“Sugerido o estimulado por los espejos, las aguas y los hermanos gemelos, el concepto de doble es común a muchas naciones. Es verosímil suponer que sentencias como «un amigo es otro yo» de Pitágoras, el «conócete a tí mismo» platónico se inspiraron en él. En Alemania lo llamaron Doppelgänger, en Escocia fetch, porque viene a buscar (fetch) a los hombres para llevarlos a la muerte. Encontrarse consigo mismo es, por consiguiente, ominoso”.
“Libro de los seres imaginarios” de Jorge Luis Borges
Existen dos maneras de abordar la creación artística. Una es la de élite, otra la popular. Siempre me incliné por la segunda. Porque el cine popular es el cine de masas, el que llega a la mayoría y persiste en la memoria colectiva. Para lograrlo, existen acuerdos tácitos con los espectadores. En nuestra profesión, esos acuerdos se llaman géneros.
Los géneros contienen una memoria de siglos organizada que apela a sentimientos y temas humanos en su más básica entidad. Es por eso que si analizamos films inolvidables de cualquier género como Psycho, When Harry Met Sally, Space Odyssey, Esperando la carroza, Die Hard o Rocky, vamos a encontrar tópicos que se repiten. Son los hilos que debemos aprender a manejar si queremos escribir películas populares.
Acá les dejo un breve repaso que hice en video por los géneros clásicos:
El género que nos convoca aquí es el Terror. Siempre fue un género que me fascinó, fue el primero que hice y sigo haciendo. Pero, además, tuve el privilegio de ser aprendiz de un maestro del Análisis de Film llamado José Luis Nacci, quien me inició en el concepto del cine de Ángel Faretta, redimensionando las películas que me gustaban (y eran consideradas como “pochocleras” por la élite de la adoración cinematográfica). En aquellas primeras lecciones aprendí los tópicos del género Terror. Fue en el exacto momento en que estábamos escribiendo Nunca asistas a este tipo de fiestas con FARSA Producciones. Me fascinó la idea de esos arquetipos y esas reglas ancestrales, así que volqué todo en ese guión (el primero de largometraje que escribí, a los diecinueve años) sin dudarlo. Fue el comienzo de un amor para toda la vida.
Estos son los tópicos del Terror (o los dispositivos narrativos que articulan el miedo):
LA INVERSIÓN. Madre de todos los tópicos del Terror. Si el género cuenta que lo familiar se hace ajeno (ver newsletter anterior), desarrolla entonces el concepto de inversión: Todo lo que conocemos se da vuelta. ¿Vieron el concepto de the other side en Stranger Things? Bueno, exactamente eso. Este mundo, pero invertido. Porque el Terror es la manifestación de fuerzas invisibles en el mundo visible. Es por eso que los espejos juegan un rol fundamental en el género, devolviéndonos una imagen invertida de nosotros mismos. Puede ser un portal y a la vez el recordatorio de que existe otro mundo que no conocemos. Pensemos en Candyman, Evil Dead 2, Prince of Darkness o Black Swan.
EL DOBLE o Doppelgänger. Abordamos este tópico en la entrega anterior, ya que es uno de los temas que propone Freud en “Lo siniestro”, pero quisiera sumar esta cita de Espíritu de Simetría de Ángel Faretta (la cita borgeana que da inicio a este texto, proviene de allí):
“Lo Otro, el Doble. El mito constitutivo por excelencia del cine de horror es el Otro. Otro tiempo, otro espacio, otra cosa. Avanzamos de otredad en otredad para establecer puntos de comparación entre lo extraño, lo siniestro y lo meramente maravilloso. Al preguntar: ¿qué es todo eso? o ¿por qué sucede todo eso? nos estamos formulando la pregunta por otra cosa”.
“Espíritu de simetría” de Ángel Faretta
LA CASA (el espacio sagrado). Ese lugar que debería ser sinónimo de orden, de “Home Sweet Home”, se invierte. El emblema cinematográfico es el Bates Motel de Psycho: en lugar de alojar, devora. La casa es el devenir del templo religioso, sus puertas (como los portales de los templos) cuidan la unidad espiritual que mora dentro contra los peligros del exterior. La casa organiza la vida, pero cuando todo se invierte, lo siniestro ingresa y la muerte empieza a gobernar. Esa casa ya no es más un hogar.
Otras películas con casas invertidas a tener en cuenta: The Haunting, Night of the living dead, The Exorcist, The Texas Chain Saw Massacre, Black Christmas, Halloween, Alien (la nave como casa), El orfanato, The Conjuring, La Casa Muda.
LA FIESTA (el tiempo sagrado). El historiador de la religiones Mircea Eliade propone un Tiempo Sagrado y un Tiempo profano. El profano es el cotidiano, el continuo. En cambio, el sagrado es mítico y reversible por naturaleza, y solamente se puede acceder a él por medio de un ritual: la fiesta.
“Toda fiesta religiosa, todo Tiempo litúrgico, consiste en una actualización de un acontecimiento sagrado que tuvo lugar en un pasado mítico, «al comienzo» Participar religiosamente en una fiesta implica el salir de la duración temporal «ordinaria» para reintegrar el Tiempo mítico reactualizado por la fiesta misma”.
“Lo sagrado y lo profano” de Mircea Eliade
Pensemos el cine como una puesta en escena de lo mítico. Así, el cine de terror viene a ordenar los pasos del ritual que nos liga (en términos religiosos) con el origen, a través de la fiesta. ¿Pero qué fiesta? Sé lo que están pensando. Pero no. La fiesta que nuestro género propone es la ritualización de cómo emerge el caos para enfrentarlo y que el cosmos vuelva a ordenarse.Las fiestas pueden ser distintas, pero siempre son rituales que conectan con el tiempo sagrado:el antibautismo en Rosemary´s Baby, la fiesta de graduación en Carrie, la fiesta improvisada en Friday the 13th, Gremlins, la clásica fiesta en Scream, el 100 aniversario en The Fog, y siguen los éxitos.
LA ALDEA. “Topografía ideal del film de horror” dice Faretta. La aldea (más pequeña que un pueblo) constituye en términos de acción y simbólicos (los únicos dos términos válidos en el cine) el espacio perfecto para ritualizar. Al contrario de la anónima ciudad, en la aldea se conocen todos, hay mayor intimidad y posibilidades de conflictos. Es un pequeño cosmos que nos permite construir la fábula y articular arquetipos.
Algunas aldeas clásicas: Bodega Bay (The birds), Antonio Bay (The Fog), Haddonfield (Halloween), Derry (It), Crystal Lake (Friday the 13th), Woodsboro (Scream).
LA MÁSCARA. Motivo heredado de los carnavales de la Edad Media, donde lo satánico emergía a modo de parodia. Al igual que en aquellos carnavales, uno de los rituales del cine de horror consiste en la elección de una máscara para el Mal. Pero además la máscara permite el ocultamiento, el fuera de campo. De esa manera, nunca terminamos de conocer al Mal, nunca vemos literalmente su rostro.
Villanos con máscaras y derivados: Leatherface (The Texas Chain Saw Massacre), Michael Myers (Halloween), Jason (Friday the 13th), Freddy Kruegger (A Nightmare on Elm Street), Ghostface (Scream), Art the Clown (Terrifier).
La narración popular nos exige pensar estos y todos los aspectos que podamos devorar en libros, clases, entrevistas y charlas con viejos lobos del cine, la literatura y el teatro. Ojalá todos encuentren a su José Luis Nacci para descubrir el origen mítico de sus pasiones. Porque no hay nada como sentarse a escribir buscando aplicar todo eso que nos conmovió. Cuando esa magia sucede, cuando logramos articular esos tópicos, sabemos que habrá una sala de cine o alguien en su living que se va a estremecer. Y los hilos narrativos volverán a vibrar, desde los orígenes de la humanidad, desde los primeros cuentos orales.
Este texto fue escrito originalmente para la entrega Nro. 02 de mi (anti)newsletter ESCRIBE MONSTRUO ESCRIBE. Si querés recibir de manera random contenidos originales sobre guion de cine fantástico, podés suscribirte cuando quieras.
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