Escribir cine es difícil. El guion es el primer eslabón de una enorme cadena de producción. Pero cuando no hay producción, no hay cadena; cuando no hay cadena, no hay primer eslabón. Por ejemplo, eso puede pasar cuando el principal ente cinematográfico de un país es desmantelado mintiendo sobre su autarquía, y la cuota de pantalla que garantizaba una mínima presencia del cine nacional en los cines, es anulada.
Frente a un escenario como este, nos preguntamos si tiene sentido seguir pensando en escribir y hacer películas.
La respuesta está en nuestro propio cine. Específicamente en una película de Leonardo Favio. Porque cuando sentís que no podés vivir sin escribir para filmar, hay algo que no te deja tirar la toalla. Es Pagliaro entrenando a Monzón en Soñar Soñar: “¡Antes muerto que vencido!”
Cuando hicimos nuestras primeras películas con FARSA PRODUCCIONES, nada indicaba que el contexto fuera a mejorar, pero aquella energía y ganas de comernos el mundo nos empujó a hacer cosas inimaginables para un grupo de adolescentes por aquellos años. Cuando veo que los tiempos se oscurecen otra vez, pienso en eso y sé que es posible construir algo en el desierto.
La clave está en ser consciente de ese desierto y usar la ausencia a nuestro favor. Eso se logra de dos maneras: por un lado, utilizando los pocos recursos que tenemos a favor de una historia, dándoles valor narrativo, sin pelearnos con la falta, haciendo crecer cada elemento con la imaginación; y por otro, siendo conscientes de que el cine es el arte de “no mostrar”. El fuera de campo (lo que no se ve) es siempre más importante que aquello que se ve. Lo que mostramos en cámara dispara la imaginación del que mira, y lo importante sucede allí, en esa imaginación, más allá de la pantalla.
De esa manera es que, aunque nos apaguen las pantallas, vamos a encontrar nuevas maneras de encenderlas o de construir otras. Es una forma de no darnos por vencidos, porque si dejamos de hacer lo que nos define, dejamos de ser nosotros mismos.
El cine no es una sala en un shopping, es un arte masivo y popular que se hace con personas y una cámara. Solamente con eso, podemos cambiar las cosas.
¿Te trabaste alguna vez escribiendo algo basado en una experiencia personal?
¿Cómo lo solucionaste?
Si querés consultarme o necesitás acompañamiento para tu guion, escribime y hablamos.
Suscribite a ESCRIBE MONSTRUO ESCRIBE Guion de Cine Fantástico – Newsletter
¿Querés sumarte a mis workshops y seminarios?